Desc: ¿Debería una mujer contarlo?: Vera, la hija de la condesa Dubowska, se siente infeliz a pesar de todo el lujo que la rodea. Se celebra una velada en casa de su madre y Vera se sienta sola, pensativa. La condesa Dubowska ha organizado una expedición por los barrios bajos e invita a Vera a que la acompañe. Dejan su residencia y se dirigen a los barrios pobres, donde reparten generosamente sus regalos. Justo cuando se van, un niño les habla de un pobre carpintero que yace indefenso con un brazo roto. Lo siguen hasta la cabaña del carpintero, donde Vera le cura la herida y le regala vino y comida. Max les agradece y Vera se siente satisfecha. Regresan a casa y Vera, sentada en un hermoso entorno, reflexiona sobre lo que había visto ese día y decide dedicar su vida a los pobres. Mientras tanto, Max no puede olvidar la forma en que Vera lo atendió. ¿Cómo iba a asegurarse de que ella volviera? Por fin se le ocurre una idea y escribe una carta que dice lo siguiente: "Querida señora: Me duele mucho el brazo. Creo que voy a morir. Oh, por favor ayúdeme y nunca lo olvidaré. Max Petroff". Felicitándose a sí mismo, Max abandona su cabaña y realiza una entrada secreta a la casa de la condesa Dubowska. Encuentra la habitación de Vera y entra sigilosamente. Al ver una pequeña mesa cerca de la ventana, deja su carta de la mañana. Vera se da cuenta de la carta y decide visitarlo. Sin sospechar cómo llegó la carta, se dirige a la vivienda de Max, llevándose vino y comida. Max ve a su víctima en el momento en que entra. Corre hacia la puerta, la cierra y ataca a la desprotegida Vera. Ella está en su poder, pero se presenta una oportunidad de venganza cuando él la obliga a entregarle la comida y la bebida. Sin que nadie se dé cuenta, ella agarra un cincel y, en defensa propia, lo mata. Algún tiempo después, Vera visita una academia de esgrima y atrae al Príncipe Dolsky. El príncipe le declara su amor y Vera, preocupada por su conciencia, no acepta. Pero su amor por el príncipe se hace más fuerte, y cuando él llega a presentar su propuesta de matrimonio, la visión del carpintero asesinado envuelve la figura del príncipe y ella huye frenéticamente. Después de esto, ella enferma gravemente y, cuando está convaleciente, el príncipe la visita y ella acepta su oferta de matrimonio. Muchas veces ella está a punto de hacer una confesión total, pero el príncipe, profundamente enamorado, se niega a escucharla. La noche antes de la boda, Vera le escribe una confesión completa al príncipe. Pero, por desgracia, la carta llega a la residencia del príncipe justo después de que lo llamaran repentinamente a su propiedad. La carta es devuelta a Vera y, desesperada, la quema. Al día siguiente se celebra la boda y los novios parten hacia su nuevo hogar. Pero los llamados de su conciencia se hacen más fuertes y, en el momento crítico, Vera cuenta lo sucedido. El príncipe queda asombrado y ordena a Vera que salga de la casa en la que apenas había entrado. El príncipe Dolsky intenta olvidar sus penas llevando una vida gay. Pero se produce una reacción y se arrepiente de haber alejado a su joven esposa. Contrata a un detective para que la busque y pueda obtener su perdón. Mientras tanto Vera, bajo un nombre falso, se ha convertido en una célebre actriz. Una noche, un viejo amigo induce al príncipe a ir a la ópera, donde reconoce a su esposa como la distinguida actriz que interpreta el papel principal de "Traviata". Acude a su camerino y busca la reconciliación, rezando fervientemente por el perdón de su esposa. Pero Vera dice: "Ya es demasiado tarde, príncipe. Hubo un tiempo en que te amaba, pero ahora mi amor está muerto. Ahí está la puerta". Su marido, con el corazón roto, responde: "Adiós para siempre. Te amaba mucho y creía en mi felicidad". El príncipe se marcha y, lamentándose por su amor perdido, pone fin a su infeliz vida..